La directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Marta Villaverde, mantuvo un nuevo encuentro con representantes de los mariscadores afectados por las obras de dragado de la Ría de O Burgo a la que no asistieron de nuevo representantes del Gobierno central a pesar de estar convocados por los profesionales. En la reunión, Villaverde trasladó el apoyo del Gobierno gallego a las demandas del sector para que el Estado cumpla con sus deberes como promotor de la obra.
La Consellería do Mar esta pendiente de la recepción del informe de la asistencia técnica de la cofradía sobre el estado actual del bancos marisqueros afectados por los trabajos y que será la base sobre a cuál elaborar un proyecto de regeneración de las zonas productivas que será remitido al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) lo cual se comprometió con el entidad a financiarlo. En esta línea, la responsable autonómica trasladó la disposición de la Xunta a colaborar en todo el necesario en su tramitación.
El Gobierno gallego sigue esperando la que el Ejecutivo central remita el estudio de la situación actual de la ría del Burgo, una vez que finalizaron los trabajos de dragado, en cumplimiento del establecido en la propia declaración de impacto ambiental del proyecto, que otorgaba un plazo de un máximo de dos meses que ya vencieron hace más de quince días. El documento recoge un estudio batimétrico y de naturaleza litológica de la zona de actuación así como la caracterización de la calidad de los sedimentos superficiales de los fondos de la ría.
La directora general insistió en que el Estado debe cumplir con sus compromisos adquiridos en el proyecto y en su estudio de impacto ambiental que señala que las compensaciones a los profesionales afectados se extenderán hasta que los bivalvos consigan un tamaño comercial. Así lamentó que es algo que no se está produciendo a día de hoy ya que, segundo señalaron los propios mariscadores, llevan desde enero sin recibir las ayudas por parte del Gobierno central a pesar de que los trabajos no finalizaron hasta el pasado mes de mayo. Un incumplimiento que se suma a las notables carencias en las siembras de bivalvos realizadas ‘in extremis’ sin respetar el marcado en el propio proyecto de obra.