Inés Rey ha puesto en marcha esta semana una de esas iniciativas a largo plazo que tanto están caracterizando su tiempo como alcaldesa de A Coruña. Y que tantas veces suelen quedarse, en el mejor de los casos, a medias. La última ha sido bautizada sin guardarse ningún tipo de épica: Plan estratéxico da Coruña 2030-2050.
Pretenden los socialistas definir “los objetivos y las estrategias de futuro sobre los que se basará el modelo de ciudad que queremos para A Coruña de cara a los próximos 25 años, sustentándolo en tres ejes de políticas públicas: la dinamización económica, la planificación urbana sostenible y el bienestar social”.
Para un encargo de esta magnitud, Inés Rey ha creído conveniente que la mejor persona para el puesto era Isabel Pardo de Vera, “una persona por todos conocida”, apuntaba la alcaldesa.
Y en eso no se equivoca la regidora herculina, porque sí es cierto que todo el mundo conoce los últimos ‘logros’ de Pardo de Vera, aunque su reputación reciente no es algo de lo que se debería presumir.
Hace poco más de un año, la gallega presentaba su dimisión como secretaria de Estado de Transportes después de revelarse como una de las responsables del ridículo con los trenes encargados para Cantabria y Asturias que no podían circular por la red de vía estrecha al no caber por los túneles. Pardo de Vera era la presidenta de Adif en el momento de realizarse la licitación que incluyó ese grotesco error técnico.
Sus méritos recientes también incluyen formarte parte del ministerio de transportes que no hace más que sumar retrasos en la llegada de los trenes Avril a Galicia o la reparación del viaducto derrumbado en la A-6 que a día de hoy no está completa.
En manos de la ingeniera lucense ha puesto el Concello 200.000 euros y dos años y medio de trabajos para la elaboración del citado plan estratégico en el que también se pretende contar con las aportaciones de exalcaldes de A Coruña para “sentar las bases de la segunda gran modernización de A Coruña”.