Si Donald Trump gobernaba a golpe de tuit, ¿por qué no va a fijar un edil de A Coruña posturas de su concejalía? En esas anda Francisco Dinís Díaz Gallego, quizás el más furibundo pretoriano de Inés Rey, al que ni siquiera el apretón de tener que subirse en marcha a la dirección de una de las áreas más importantes del ayuntamiento (y hacerlo sin experiencia en esas lides) le aleja de las redes sociales.
Así, a través de su cuenta de twitter, seguida por poco más de 1.400 personas y en la que tiene bloqueada a medios como diSÍnoticias, expresó la posición del consistorio respecto a la pasarela que la Xunta quiere construir entre As Xubias y Santa Cristina. “Ni ahí ni así”, zanja el novato edil, el mismo que se clasificó en el puesto 30 entre los 33 aspirantes a rehabilitar un parque en Palencia y ahora dirige el Urbanismo y la Movilidad en A Coruña.
Ni ahí ni así, zanja sin comas Dinís, que aclara en redes que el ayuntamiento está a favor de una pasarela, pero que no quiere que tenga una afectación paisajística, ambiental y patrimonial.
La declaración llegó el mismo día que Inés Rey apuntaba que no conocía el proyecto. “Cuando me lo presenten podré contestar”, explicó la alcaldesa, que quizás maneje menos información que su concejal. Rey incide en que le parece una buena idea, pero recalca que necesita detalles. Mientras tanto Díaz Gallego es más taxativo. Suele serlo a golpe de iPhone en twitter, un curioso hábitat para conocer un ideario que ahora tratará de poner en práctica y en el que podemos fijar una serie de nociones.
Problemas con los coches. Dinís es un acérrimo defensor de las peatonalizaciones y no duda en afear a los usuarios que interactúan con él en la red que no quieran abonar el coste de dejar el coche en un parking. Justo esta semana el ayuntamiento contestó a una pregunta del Grupo Popular respecto a si habían iniciado algún estudio o proyecto para construir en la ciudad más aparcamientos públicos. La respuesta es no.
El gobierno local argumenta que su intención no es fomentar el acceso del vehículo privado a la ciudad, sino mejorar el transporte público, la prioridad peatonal y los modos de movilidad individual sostenible como son la bicicleta o los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), o lo que es igual: los patinetes.
Inquina por Francisco Vázquez. Dinís no es un gran admirador del exalcalde al que no ha dudado en calificar como “tarado” o apunta que dice “memeces” y desliza que se trata de un “facha”.
Tampoco Abel Caballero es santo de su devoción, más bien “un cáncer dentro del socialismo gallego”. No es una percepción en la que está de acuerdo con Inés Rey, que ha señalado al concello de Vigo como “ejemplo de gestión” y se declara aprendiz de Caballero.
Si yo fuese responsable de Urbanismo… A veces hay que tener cuidado con lo que se desea y al tiempo tener fe en lo que puede deparar el futuro. Dinís en 2017 no soñaba con llegar donde está ahora. Promotores y constructores (unos especuladores, según su credo) pueden prepararse a pasar por el aro del concejal.
Ni “los comerciantes” ni “hosteleros” le acaban de convencer al edil Dinís, que quiere ir de compras los domingos y no le molesta mucho que una Oktoberfest compita con los bares de toda la vida.
Amor-odio con Ciudadanos. A Dinís no le acababa de convencer ni el partido naranja ni que Vázquez flirtease con ellos. Hasta que en 2016 suspiraba por un pacto de Gobierno con ellos.
A Dinis no siempre le convenció La Voz de Galicia… hasta que le hicieron la entrevista que anhelaba años atrás.
BONUS FINAL: Los estudios están sobrevalorados. “Ironía off“. O on.