El ayuntamiento de A Coruña tiene previsto presentar el próximo viernes las nuevas bicicletas que estarán al servicio de los ciudadanos que se abonen su suscripción a BiciCoruña, un servicio que con menos de 2.500 usuarios es deficitario para las arcas municipales, con un resultado negativo que supera los 339.000 euros.
El 1% de los coruñeses usan las bicicletas municipales, un servicio que apenas ganó usuarios en los últimos cinco años, que con la pandemia perdió casi mil usuarios y cuyo coste se eleva a cerca de un millón de euros anuales. Ahora se trata de reactivar con la renovación de las 23 estaciones existentes, a las que se agregan otras 22 por toda la ciudad. Con el tiempo, serán como poco 55. Según el concejal de Urbanismo y Movilidad, Francisco Dinís Díaz Gallego, esos puntos no pueden estar en espacios peatonales sino que deben ubicarse en las calzadas. “Es lo que hacen todas las ciudades donde se han implantado redes ciclistas”, argumenta. Por eso ha movido unos pocos metros la estación existente en el Campo de Marte a la calle de la Torre. No fue así en la Praza das Atochas, donde la alternativa, felizmente no empleada, era situarla en la entrada del túnel de María Pita.
Cada una de las nuevas estaciones que se están diseminando por la ciudad disponen de un espacio para cargar las bicicletas, que serán tanto mecánicas como eléctricas. La oferta del ayuntamiento será, en un primer momento, de un total de 514 bicicletas, lo que supone doblar de largo el número existente hasta ahora. Y se aguarda recibir 165 más con cargo a fondos europeos captados por el ayuntamiento para promover esta iniciativa, en concreto el presupuesto se eleva a algo 1,79 millones de euros.
El pasado mes de septiembre la alcaldesa Inés Rey había presentado el nuevo modelo de bicicletas del servicio municipal. Entonces se mostró satisfecha por cambiar el modelo de ciudad. “Después de décadas en las que en A Coruña se planificaron rondas que tenían como finalidad priorizar la movilidad rodada y el vehículo privado, apostamos por la quinta ronda, que será peatonal”, explica Inés Rey mientras la cuarta todavía es una entelequia. La “quinta ronda” es según la alcaldesa “un espacio integrador donde los ciudadanos puedan moverse, relacionarse, trabajar y disfrutar del espacio público de una manera más sostenible, más saludable y más segura”.