Unas obras en la calle de San Juan han vuelto a sacar el pasado de A Coruña a la luz. La aparición de unos restos óseos en el curso de unas obras que allí se realizan sirven para evocar el recuerdo de una ciudad. “No hace fala que vengan del CSI. Aquí no hay criminal alguno”, le explicaba hace quince años una vecina al periodista Rubén Ventureira. Fue hace quince años cuando saltó una nueva alerta durante otras obras en las que se hacía una zanja en la acera más próxima a la Grande Obra. Ahora el propio Ventureira explica lo que allí sucede.
“Ya pasó en los años 40 del siglo pasado”, explica Ventureira en un documentado hilo de twitter en el que apunta que en la popular rúa coruñesa había una iglesia. “Y no una cualquiera. La primera que existió en la ciudad, levantada en el siglo I o II”, apunta antes de continuar: “El culto a San Juan nace aquí con la llegada del cristianismo, que trajeron los judíos, en el siglo I o II. Hablamos de los tiempos en los que se erige la Torre de Hércules. Esos cristianos levantan ahí la primera iglesia de Brigantium, la Coruña romana”.
San Juan fue el primer patrón de la ciudad. “Lo fue hasta el siglo XVI”, dice Ventureira.¿Qué pasó en el XVI? “Pues que los coruñeses nos encomendamos a la Virgen del Rosario durante el ataque de Drake”, contesta. “Éramos 5.000 y ellos eran 23.000, según las cifras manejadas por Luis Gorrochategui. La victoria parecía imposible. Pero la resistencia fue heroica, María Pita incluida. Y el 19 de mayo de 1589 los ingleses se fueron. Por cierto, un 19 de mayo el Deportivo ganó la Liga”, recuerda el periodista. “Aquello fue todo un milagro. Así que nos hicimos muy devotos de la Virgen del Rosario, que pasa a ser la patrona de la ciudad”, concluye.
Ventureira explica que la iglesia de San Juan organizaba unas fiestas “que eran muy sonadas” en el siglo XII: “Todos los 24 de junio se celebraba en ese templo una gran misa que era el punto de inicio de unos festejos que se prolongaban hasta principios de julio”. Ismael Velo, ahora abad de la Colegiata y del que Ventureira advierte que es “un sabio al que en esta ciudad se valora poco”, indagó en el pelaje de esos festejos: “Calles llenas de ramos, ventanas de casas particulares iluminadas de noche, de música de tambores y de gaitas. Y, por supuesto, nos hablan también de hogueras encendidas hasta el amanecer”.
Mucha fiesta, sí. “Pero los huesos que aparecen ahora no eran de churrasco”, bromea Ventureira, que aclara su origen: “Entonces se enterraba en el interior y en el atrio de las iglesias. En el interior, en muchas ocasiones, el olor era pestilente. Tenía mucho mérito ir a misa”. Y explica que el primer cementerio municipal en A Coruña no se inauguró hasta 1812.
La fecha exacta de la destrucción de la iglesia de Dan Juan se desconoce, pero el periodista ilustra que en mapas de la ciudad del siglo XVIII todavía estaba presente. Cuando en 2007 aparecieron restos humanos los arquéologos se pusieron manos a la obra y los dataron en una amplia horquilla que iba desde el siglo XVII a inicios del siglo XX