Que tiemblen los malos porque los responsables de seguridad ciudadana del ayuntamiento de A Coruña ya disponen de un arsenal para que todos estén bajo su gran ojo. Tras un tiempo en la nevera, el edil Juan Ignacio Borrego reapareció en público para presentar en plena plaza de María Pita “novos medios tecnolóxicos de vangarda”. Su concejalía se fue de compras, pero no precisamente de rebajas.
Borrego miraba el pasado lunes hacia uno de los dos drones adquiridos a Aerocámaras, una empresa de Lalín que presume de ser líder en el sector y que tiene a la venta a través de su web el dron Mavic 2 Entreprise Advanced a 6.500 euros, algo así como un tope de gama. A través de la web es posible encontrar el mismo artilugio con un precio que oscila entre los 4.900 y los 5.900 euros, pero el acuerdo de compra se cerró a través de un contrato negociado sin publicidad con la firma lalinense a la que se pagaron 7.937,5 euros por cada uno de los dos drones, casi 1.500 euros más del precio de venta en la web.
Más de 100.000 euros explica sin entrar en muchos detalles el ayuntamiento sobre la inversión en tecnología que garantice la seguridad en una ciudad donde en varios barrios se suceden manifestaciones o quejas de vecinos insatisfechos por el nivel de delincuencia que les rodea. Con todo, los drones, apuntan desde María Pita, se destinarán a perseguir delitos relacionados con el medio ambiente y también los empleará la Unidad de Tráfico.
Así a los ingenios voladores se agregará un cinemómetro láser para vigilar especialmente que se respete el límite de 30 kilómetros por hora en diversos puntos de la ciudad. 18.089 euros se ha invertido en el aparato en cuestión, que puede emplearse sobre un trípode para controlar también la velocidad de las bicicletas o patinetes en los carriles dispuestos para ellas. Hace poco más de dos años la DGT compró 60 de esos cinemómetros a 14.338 euros cada uno, casi 4.000 euros menos de lo que paga ahora el Concello por uno. Quizás adquirirlos en pack tenga ventajas. En todo caso a 200 euros la multa, con menos de cien sanciones ya se amortiza. 18.089 euros (se ve que es un precio standard) ha costado también el sistema Control Car para leer matrículas.
El edil Borrego también miraba con embeleso uno de los etilómetros de los que dispondrá ahora la Policía Local. El Drager Alcotest 6820 es, según su fabricante, rápido, robusto y preciso. En la web de la empresa dan la opción de solicitar presupuesto. Una búsqueda somera muestra que es posible adquirir uno por 951 euros. En A Coruña estarán operativos seis alcoholímetros comprados a 1.137 euros cada uno. Luego hay que soplar y las boquillas para hacerlo no las regalan. El Concello se ha gastado 961 euros en ellas.