La semana parecía anodina, las fiestas languidecen, la alcaldesa se ha tomado unas vacaciones y se tuesta al sol bien lejos de la ciudad y apenas hay actividad en María Pita. Vuelve, eso sí, Lage Tuñas una vez disfrutado su asueto y con una perspectiva amable por delante: comunicar a la ciudadanía que el Gobierno accede a rebajar un 30% el precio del bus para los poseedores de la tarjeta Millenium. Y aún así la semana deja varias zozobras para un gobierno local que va de susto en susto, con serios problemas para gestionar servicios básicos para sus ciudadanos.
Lunes, 22. Un sondeo concluyente. Mientras resuenan los ecos de una nueva protesta de los vecinos del Orzán, que denuncian por enésima vez la juerga nocturna que tira por los suelos la calidad de vida en su barrio, la edición digital de La Voz de Galicia llama a sus lectores a votar en una encuesta que lanza una pregunta directa: ¿Es A Coruña una ciudad sucia? Durante la mañana los votantes del “si” superan el 85%, detalle que propicia una llamada a filas a las huestes socialistas para lanzarse a matizar la debacle (sí, hay gente que se preocupa de estos asuntos). Al final el sondeo se cierra con más de 12.000 votos, que no es lo mismo que participantes. Tres de cada cuatro consideran que la ciudad está sucia. La Voz de Galicia no votó, pero sí que hizo un muestrario de los desastres que asolan la ciudad, otro detalle que lleva incluso más inquietud a la zona noble del Palacio Municipal.
Martes, 23. Una planta de reciclaje que no recicla. Los trabajadores de Albada vuelven a pedir cita en el ayuntamiento para exponer la situación de Nostián, donde advierten que no se recicla porque nadie trabaja en las cintas de separación de residuos. El ayuntamiento es incapaz de licitar un nuevo contrato que relance la planta de tratamiento de basuras y los trabajadores apuntan que Nostián es una simple estación de paso antes de que todos los residuos acaben en el vertedero de Grixalba, en Sobrado. Inés Rey anunció en su día que los pliegos de la nueva concesión estarían listos en el primer trimestre de 2020.
Miércoles, 24. Restos de muebles y colchones tirados en la calle. Se suceden las imagenes de diversos barrios de la ciudad en la que desechos voluminosos (restos de muebles y colchones, sobre todo) se acumulan junto a los contenedores sin que nadie acuda a recogerlos. «La ciudad está llena de suciedad y no es una buena carta de presentación para la gente de fuera, pero tampoco para nosotros que es el sitio en el que vivimos”. “Hay sensación de abandono”, claman varios presidentes de asociaciones vecinales entrevistados por La Voz de Galicia. El Quincemil y Televisión de Galicia también se hacen eco de la situación en A Coruña.
Jueves, 25. San Amaro pierde su bandera azul. Gracias a una información publicada en La Opinión se conoce que la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Aedac), que es la responsable, entre otros proyectos, de la concesión de las banderas azules a las playas y puertos deportivos, dio un ultimátum al ayuntamiento para que el arenal de San Amaro no perdiese esa distinción. El Concello tuvo un plazo de una semana para contestar a un primer requerimiento para que mejorasen la seguridad en el entorno de la playa, pero no lo hizo, de manera que lo que ahora tiene Inés Rey en su correo electrónico es una solicitud para que retirase la bandera azul de la playa.
En Oza y Riazor también hay problemas para mantener la bandera azul. Se ha abierto el plazo para arreglarlos y se supone que el Concello se aplica para solucionar el problema. Mientras tanto el Quincemil publica la imagen de una rata circulando entre San Nicolás y San Agustín, en pleno centro de la ciudad, como otra fotografiada días atrás por El Ideal Gallego en la Plaza de Mina.
Viernes, 26. El edificio de la droga. El narcopiso okupado de la Avenida de Oza ya ha colmado la paciencia de los vecinos, que piden soluciones. La situación amenaza con llevarse por delante a Casa Saqués, el histórico negocio que se ubica en el bajo del edificio víctima de la okupación. El dueño baraja la opción del cierre, entre otras cuestiones por la inseguridad y el abandono del conocido como “edificio de la droga”.
Sábado, 27. Las eternas obras de un polideportivo. La Asociación de Vecinos del Castrillón reclama que se abra el nuevo polideportivo del barrio, cuya construcción comenzó en mayo de 2020. El ayuntamiento anunció su apertura en 2021. “Las instalaciones están listas y la piscina llena de agua”, apuntan.
En su habitual repaso a las obras en la ciudad a través de su cuenta de twitter, el edil responsable de Urbanismo, Francisco Dinís Díaz Gallego declara finalizadas las obras en la Travesía de la Torre “a falta de la jardinería y el arbolado”. En la calle lucen tres bancos que se ubican sobre las losetas de advertencia de riesgo para discapacitados visuales. No parece que vayan a ser muy empleados unos bancos que miran hacia la fachada de las casas y vecinos a un parque.