Félix Bolaños es ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España. Según la generosa última encuesta del CIS la mitad de los españoles no le conoce, detalle que no deja de ser una hazaña si se considera que hay ministras a las que identifican apenas uno de cada diez ciudadanos. Bolaños, un tecnócrata de libro, estuvo este domingo en A Coruña en una visita de médico en la que consiguió una heroicidad: sacó a la calle a Inés Rey y a buena parte de los ediles de su equipo de Gobierno. Prietas las filas ante la visita del ministro, la alcaldesa y sus huestes dieron un paseo desde la Plaza de María Pita a la Dársena. Hacía calor, pero no se agotaron precisamente.
¿Qué vino a hacer Bolaños a A Coruña una veraniega mañana dominical? En primer lugar pasear rodeado de fotógrafos acompañado de Inés Rey y de Valentín González Formoso, el presidente de la Diputación. El resto de políticos completaban el séquito entre la estupefacción de los ciudadanos que presenciaban el sainete. “¿Quién es?”, se preguntaba la gente. En la dársena coruñesa varios militantes de las juventudes socialistas le hicieron pasillo entre aplausos al ministro, que no se vio en una igual.
A Bolaños se le dio tratamiento de míster Marshall y Rey aclaró que su visita era una inequívoca prueba de que la ciudad “está recuperando su peso político”, en un tácito reconocimiento de que algo no encontró en los últimos tres años. Una nota de prensa emitida por el gabinete de prensa del Ayuntamiento abundó en que Bolaños se presentó en la ciudad para recibir el agradecimiento porque en A Coruña se celebre la próxima cumbre hispano-alemana, pírrica pedrea después de que el Gobierno de Pedro Sánchez no considerase a la ciudad de Inés Rey entre las 25 que organizarán actos, eventos o reuniones durante la próxima presidencia de España de la Unión Europea, elegidas según explica el Ejecutivo para “hacer visible a Europa y al mundo la riqueza y diversidad de nuestro país”.
Albacete, Tarragona, León, Vigo o Santiago están entre esas ciudades. A Coruña no. Pero no sabemos la opinión de Bolaños sobre ese asunto, a pesar de que había convocado a la prensa coruñesa para que asistiesen a una alocución ante un atril instalado en la Dársena que aludía al “Gobierno de la gente”. Habló Bolaños en A Coruña para lanzar un mensaje: “Núñez Feijóo está falto de rigor, falto de propuestas, falto de voluntad de acuerdo, falto de equipo y falta a la verdad. Es un líder sin solvencia ni rigor y que no cumple los acuerdos que ya estaban firmados. Sus propuestas son un taco de folios en blanco. Este es el rigor de Feijóo cuando hace propuestas”, ilustró Bolaños, que habló de Cataluña, incluso, felicitó desde la dársena coruñesa a los catalanes por la Diada para luego explicar que apuesta por el diálogo allí ante aquellos que prefieren estar “anclados en el conflicto”. Pero no admitió preguntas, ante la estupefacción de los medios convocados.
La cara de los prebostes que acompañaban a Bolaños refleja la plomicie que presidió acto tan breve como forzado. No hubo ni un mensaje sobre la ciudad que visitaba en las palabras del ministro, que utilizó la Dársena, a los socialistas coruñeses e incluso a los medios de comunicación de atrezzo para la foto. Meditabunda, Inés Rey quizás pensaba en los teutones que aparecen por el horizonte y algún viejo socialista recordó los tiempos en los que los ministros socialistas sólo se asomaban por A Coruña si venían con inversiones bajo el brazo.