José Manuel Sande fue concejal de Cultura, Deporte e Coñecemento, senador y uno de los ediles más valorados por tirios y troyanos. Se apartó de la Marea coruñesa y navegó por la autonómica tras dejar atrás alguna discrepancia que manejó con respetuosa prudencia. Su figura cotiza al alza en un eventual partido yolandista que valorase concurrir a las próximas elecciones municipales. Sande fue muy duro este sábado al hacer una valoración de lo ocurrido a través de las redes sociales y demostró que en apenas un tuit se pueden decir muchas cosas: “En María Pita o goberno municipal traspasou toda liña vermella”, apunta. Y expresa su desazón al tiempo que tira con bala: “Non agardábamos un goberno progresista, pero sí algo máis que esta parodia inquietante e inhábil, suma de autoengano e implacabilidade. A cidade precisa rexeneración democrática, ética, un proxecto tamén moral”.
Tres de los compañeros de Sande que también dejaron el ayuntamiento (Xiao Varela, Eugenia Vieito y Rocío Fraga) retuitearon su mensaje. También Antón Gómez-Reino, diputado nacional de Podemos e Isabel Faraldo, concejal de esa formación en el ayuntamiento coruñés. En el caso de Rocío Fraga también deslizó una opinión a través de las redes sociales respecto a las noticias de las presiones ejercidas por Rey y Lage a dos ediles socialistas, que define como “violencia”: “Cando hai comportamentos e estruturas que non se modifican, atopamos vestixios dun pasado que está de rabiosa actualidade: a violencia nas organizacións non pode ser lexitimada. Sería para non crer se non souberamos que é pura realidade”, escribió.
El estupor en A Coruña crece a medida que se conocen detalles sobre las últimas discrepancias internas del equipo de gobierno de Inés Rey, descafeinado además tras el adiós de Juan Díaz Villoslada, un experto gestor cuyo relevo tomará en breve Francisco Dinís Díaz Gallego, un debutante en la administración que hasta la fecha ejercía de controvertido asesor urbanístico y agitador en redes sociales.
Los últimos días no sólo han evidenciado la demolición de un grupo socialista fracturado y en el que se aplica una estructura de poder piramidal sino que sirvieron para mostrar un talente despreciativo no ya con los otros grupos políticos sino sobre todo con la propia institución. Ya no es una cuestión entre PP y PSOE, sino que el BNG se siente engañado y humillado, en especial su portavoz, el experto y veterano Francisco Jorquera, que en el último pleno municipal tuvo un agrio intercambio de pareceres con el portavoz socialista José Manuel Lage Tuñas, que le recordó que no iba a recibir lecciones suyas y le afeó que, según él, fuese la dirección del partido desde fuera de A Coruña la que impidiese que la formación nacionalista entrase hace tres años en el gobierno municipal.
Jorquera invocó el pacto para apoyar su investidura para reprocharle a Lage (Inés Rey no intervino en el debate) que no contase con el BNG a la hora de elaborar los presupuestos. “Tomamos nota”, concluyó. Dicen los que conocen bien al político del Castrillón que ese tipo de afirmaciones no salen de su boca de manera gratuita.
Con todo, Jorquera y Sande no son los únicos representantes de la izquierda espantados con la deriva socialista en A Coruña. Marea Atlántica ha evitado reproches frontales con una formación y, en especial, unos dirigentes políticos con los que acaban de pactar las cuentas de la ciudad, pero aludieron en el Salón de Plenos de María Pita a un “atropello administrativo” para definir los pasos previos de Inés Rey y Lage Tuñas en la convocatoria del pleno extraordinario en el que se aprobaron los presupuestos pactados entre socialistas y mareantes.