El estupor se apodera entre los coruñeses, que empiezan a hartarse de ver las calles de su ciudad llenas de basura mientras el ayuntamiento es incapaz de hacer velar sus derechos, los de un contrato de 12 millones de euros que no se cumple. Mientras la alcaldesa comparece en ruedas de prensa para hablar de dinamización, recuperación económica y de inversiones vinculadas a la transición ecológica, A Coruña se sumerge entre la porquería. “El servicio se tiene que cumplir. No pueden verse afectados los coruñeses por un conflicto que desconozco si hay”, explica Inés Rey, que ante la gravedad de la situación escribió este sábado por la tarde tres tuits para, con su habitual discurso mariapitesco, explicar a la ciudadanía que no tiene bloqueada que están “tomando medidas” y que no va a consentir que se utilice a la ciudad como rehén.
Mientras se entera de si hay o no hay un conflicto y toma las medidas que ya debían de haber llegado hace varios días, Rey luce cada día más abrazada a su política de salón de lujo. El olor nauseabundo de las calles ya llega no sólo a María Pita sino también a las filas socialistas coruñesas, donde medra la estupefacción por la inacción de los gobernantes y se apunta a la desconexión respecto a los problemas que afectan a la gente y la incapacidad para llegar a ellos hasta que, como sucede en este caso, ya huelen. Y la oposición se pone en su papel: “Cuando los medios de comunicación nacionales se hacen eco de nuestra ciudad es para denunciar los nefastos resultados de la gestión de Inés Rey como la proliferación de okupas, el incremento notable del número de delitos, los incidentes en el Orzán o, como es el caso actual, por los días sin recogida de basura y con graves incidentes asociados”, explica Rosa Gallego.
Los incidentes a los que se refiere la portavoz popular sufrieron una escalada en la noche del viernes, con el incendio de un segundo camión de recogida de basura en el Paseo Alcalde Francisco Vázquez, frente a la Torre de Hércules. Los bomberos debieron emplear más de 10.000 litros de agua para extinguirlo. Los trabajadores del servicio de basura le han reclamado al ayuntamiento de una ciudad que no parece tener ley ni quien la haga respetar más protección para poder hacer su trabajo. Este viernes, en horario diurno, hubo una leve recogida de contenedores en el centro para que la ciudad no apareciese disfrazada de basura en el desfile del carnaval. Maquillaje en tres calles.
Mientras tanto desde diversos sectores económicos de la ciudad empieza a calar la indignación ante la inseguridad y la incapacidad de los rectores municipales para que A Coruña sea una ciudad amable para sus habitantes. Ayer a mediodía las conversaciones en la zona de Alcalde Marchesi giraban en torno a ello, en una calle que es un emblema de las discutidas peatonalizaciones de los responsables de Urbanismo y que a la hora del vermú o de la compra sabatina lucía desierta. En donde Inés Rey garantizó que iba a crecer la hierba, agradable vegetación y lustrosos negocios lo que había eran montones de mierda.