La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) viene de emitir un informe en el que refleja que A Coruña continúa a la cabeza como la ciudad gallega con más okupaciones, por delante de Vigo y Lugo. Esta problemática no ha parado de crecer en 2022 especialmente en el norte de la comunidad, que acumula 2 de cada 3 incidencias registradas.
Los datos de la patronal sitúan las zonas más afectadas por las okupaciones en la calle Barrera, la avenida de Arteixo, la calle Barcelona, la avenida de Peruleiro, la ronda de Nelle o el barrio de Monte alto, entre otras.
Lamentan desde Fegein que los propietarios se muestran cada vez más reticentes a denunciar por la “inseguridad jurídica y la tardanza para solucionar el problema”, por lo que recurren a empresas privadas que se encargan de desalojar a los okupas o directamente tratan de llegar a un acuerdo económico para que abandonen la vivienda.
La duración media de este tipo de procedimiento se va por encima del año en Galicia, alcanzando el año y medio en el resto de España. El principal objetivo de las okupaciones son viviendas deshabitadas resultado de herencias, que sufren una pérdida de valor que puede llegar a ser del 50 por ciento.
Tanto los propietarios como también las propias inmobiliarias reclaman una reforma de las leyes que permitan agilizar los procedimientos de desahucio, apuntando como acertada la propuesta de la Comunidad de Madrid, que obliga al okupa a dejar el inmueble si no presenta la acreditación de que tiene permiso para vivir en el mismo.